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Un escritor de lineas

Seré yo una linea torcida?

Updated: Jul 6, 2020

Dios escribe recto sobre lineas torcidas


Les cuento, este refrán lo utilizaba una persona que tuvo un cargo de superior y que conocí en un momento de crecimiento profesional indudable, lo que no sabía era que esa experiencia iba a tornarse en una lección de vida que me permitiría eventualmente crecer en muchos aspectos de mi vida personal. Fue una etapa de concreción y realización en muchísimos aspectos para mí. Esta persona me enseñó, sin quererlo o no, puntos que desconocía y que jamás hubiese pensado pasar por ellos y decía mucho que DIOS escribía palabras rectas sobre líneas torcidas.

Esta frase siempre me llamó la atención porque la persona que la invocaba cada día sustituía una supuesta amistad por una búsqueda de apoyo en situaciones con las que nunca estuve de acuerdo. Situaciones en las que siempre traté de imponer mi punto de vista y tratar de conseguir la sensatez en ese clima, que de por si era hostil por la poco agradable tarea de reducir a la mínima expresión una institución que siempre fue referencia e insignia para muchas personas, incluyéndome.

Al llegar a esa institución yo cumplía un sueño de vida (una meta que no viene al caso la historia de cómo llegué a ella) pero con el tiempo pude ver que se cometían errores e injusticias y mi voz tampoco era tomada en cuenta. A su vez, esta jefa, seguía invocando la frase "Dios escribe palabras rectas sobre líneas torcidas", y creo que entonces pensé si yo era parte de esas líneas torcidas, porque siempre se hacía lo que yo consideraba estaba mal.


El "premio" por alzar mi voz al tratar de bloquear injusticias, fue mi salida... fue la extinción de un sueño (o en ese momento lo vi así); fue la caída estrepitosa de situaciones idealizadas (que mal está idealizar), fue toparme con la soledad inmediata, la falta de solidaridad y de valentía de muchos que tras bastidores y en voz bajita decían apoyarme pero que cuando se produjo la oportunidad de mi salida no alzaron su voz como yo la alcé.

Pensé mucho, reflexioné mucho y esto cambió mi manera de ver la vida, las relaciones, las amistades, la manera de concebir temas laborales o profesionales; en mi mente rondaba la frase pero a su vez rondaba esa sensación de sentirme como una línea torcida dentro de realidades que no podía manejar, que no supe sortear quizás.

Nunca he visto una posición de jefatura como la oportunidad de dañar o evitar que otro crezca, menos luego de vivir lo que viví; de tener que ahogar mi voz entre las palabras rectas de alguien que se creyó DIOS, pero que a su vez le tocó probar esa rectitud de palabras en su momento indicado, en el momento de DIOS.

Esa percepción de estar equivocado, de no pertenecer, de frustración duró mucho tiempo en mi mente, pero a su vez fue motor de cambios positivos y sigue siendo un impulso para tomar quizás ese camino al cual realmente pertenezco, a ese camino de hacer ver mi punto de vista mediante una herramienta que me ayude a ese fin, a compartir experiencias; aquellas que obtuve a corta edad y en poco tiempo; y aquellas que sigo obteniendo.

Siempre me ha gustado la retroalimentación, el aprender de otros y aunque no sea muy fácil para negociar mis posiciones, me gusta escuchar y valorar a los otros.

Me he dado cuenta además que me encanta escribir.

Hasta hoy, es posible que siga sintiéndome una línea torcida, pero eso está bien, porque a pesar de todo comprendí que esa persona estaba en lo cierto cuando decía que DIOS escribía líneas rectas sobre líneas torcidas, ya que un día esa misma persona sin poder, sin arrogancia y sin que privaran intereses de por medio me dijo... "Hoy tengo que pedirte disculpas, hoy tengo que asumir que no tenía razón en lo que estaba haciendo, en el trato que te di y en el que le di a muchos, nosotros hicimos que tu tuvieras que irte y teníamos que escucharte porque estabas en lo cierto, te pido disculpas".

En ese momento, debo confesar que no se me quitó ese sentimiento de frustración, posiblemente me dio más rabia; pero si sentí que DIOS había escrito sobre esa otra línea torcida trayendo a su mente y a su razón un momento de reflexión, de análisis.

Ese es el fin de Líneas Torcidas, la reflexión sobre cualquier tema, compartir historias de cualquier tipo, dentro de lo posible, y que cada uno sepa que no está mal sentirse frustrado por haber salido de un camino, porque es muy posible que el que venga sea el mejor para ti dependiendo de cómo lo veas, cómo lo enfrentes y el corazón que le pongas para conseguirlo.

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