Desde niños nos unimos;
De familias diferentes;
Los del Norte, los del Sur;
Los del Este y del Oeste.
Pisamos el mismo suelo;
Ese el de nuestra escuela;
Y fue allá por Venezuela;
Donde crecimos sin celos.
Vinimos de muchos sitios;
De familias con honor;
Que querian que sus hijos;
Crecieran de lo mejor.
Y fue allí en nuestro Colegio;
Donde fuimos recorriendo;
El camino que iniciaba;
Hasta ser adolescentes.
Entre pelotica e' goma;
Y sudados del recreo;
Subiamos a los salones;
A retomar las lecciones.
Pero más allá de aquello;
La amistad fue lo más bello;
Que construimos nosotros;
Extendiéndose en el tiempo.
Ya pasaron esos días;
Y no existen "horas libres";
Cuantas historias de amigos;
Yo pudiese compartirles.
Mis amigos de la infancia;
Siempre serán el tesoro;
Que protejo en mi memoria;
Porque con ellos recuerdo;
Innumerables historias.
Y para no hacer tan extenso;
Esto que hoy les comparto;
Para mi esas amistades;
Son como mis hermanos.
No compartimos la sangre;
Pero compartimos tiempo;
Que es la sangre que bombea;
El corazón del pensamiento.
Ustedes son mis hermanos;
Sin importar la distancia;
Ni el tiempo que pasa y pasa;
Pero si no están conmigo;
La vida se me hace escasa.
Mis hermanos los bendigo;
Ya con esto me despido;
Y con lagrimas en los ojos;
Este verso les escribo.
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