Hace mucho tiempo te conocí cuando apenas dabas tus primeros pasos, de eso muy probablemente no tengas recuerdos de esos días y es normal que sea así; pero quisiera decirte que tú eres parte de una época hermosa en mi vida y en la vida de tu familia que hoy también es mía. Ha pasado mucho tiempo desde ese momento pero quisiera contarte que a pesar de ese tiempo inexorable quisiera que me recuerdes, a pesar de la distancia que hoy nos separa a todos físicamente pero nunca de corazón ni de mente.
Hay decisiones en la vida que marcan un sendero a corto y a largo plazo, hoy por tu edad debes seguir las decisiones que toman tus padres y que las toman por tu bien con todo el amor y sacrificio que hacen para que tu seas feliz. Esa es la idea de los padres, que seamos felices siempre y que nuestro camino sea el más hermoso, próspero y que nada nos dañe en este camino que llamamos "la vida", de la cual aprenderás miles de cosas y disfrutarás mucho de ese aprendizaje cuando te conviertas adulto.
Nuestros padres nos defenderían con dientes y garras si fuesen leones, de más está decirte que en mí también siempre tendrás un defensor, una guía y quiero que siempre sepas que a pesar de la distancia deseo profundamente que tu camino sea siempre el mejor, lleno de logros y de felicidad, plenitud y metas cumplidas.
Hace unos días me enteré que en tu escuela hubo un compañero que no se comportó muy bien contigo, que te ofendió; y eso es algo bastante común desde el primer día que uno pisa una escuela antes y ahora. A mí me pasó en varias oportunidades, a veces me defendía yo mismo, era lo que se estilaba, pero cuando mi papá se enteró, él no lo permitió más. También me enteré que eres tan noble que tu pensamiento siempre fue no devolverle lo mismo y que no querías dañarlo, lo cual habla muy bien de tus valores, de tu actitud y de tu nobleza, te felicito por eso y te felicito por no quedarte callado.
Me tocó muy de cerca saber que querían burlarse de ti o perjudicarte, esos temas hoy en día son cada vez más frecuentes y está en nosotros los grandes estar pendientes de los detalles, de hablar mucho con ustedes los más pequeños. No te sientas culpable, no sientas temor de contar si algo sucede; la responsabilidad de protegerte es más que un compromiso, es nuestro deber tomarte en serio y respetarte; es nuestro deber tener mil ojos y desarrollar ese instinto de cuando algo no anda bien.
Debo decirte que este tipo de cosas te harán más fuerte pero hay que frenarlas a tiempo; no dejes que te roben la alegría de ir todos los días a estudiar, a aprender, a jugar, a conocer nuevos amigos que es muy posible que compartas muchas historias y buenos momentos con ellos cuando llegues a mi edad. No todos son como aquellos que por ser mayores, más grandes o creerse más malos ofenden y buscan dañar a niños nobles y de buenos sentimientos como tú.
No te dejes, nunca te dejes, jamás te dejes ofender, tu dignidad vale mucho y lo más seguro es que aquel que busca ofenderte es quien tiene verdaderos inconvenientes, si nos avisas a los grandes lo que está pasando podemos ayudar a que ese compañero o compañera de estudios, que hoy lo definen como "Buller", pueda encontrar el motivo que lo lleva a asumir ese tipo de conductas; y a que las cosas mejoren en su hogar, que es muy probable que desde allí vienen sus problemas, a ese tipo de personas también hay que ayudarlas a salir de esa dinámica dañina hoy y dañina a futuro si no se atiende.
Nosotros los grandes tenemos que prestar atención a los detalles, no es tu culpa que esas cosas ocurran sino nuestra, es nuestra responsabilidad y debemos hacer todo lo posible porque esto no te pase o pase lo menos posible. Tus maestras y maestros son parte de ese cambio, te aseguro que entre ellos y nosotros vamos a hacer que tú estés mejor; es más, haremos que muchos que pueden estar pasando por eso, si muchos niños y niñas pasan por eso, no tengan que hacerlo y puedan crecer tranquilamente sin temor a ir a su escuela.
Más adelante verás que lo que te ocurrió no debe tener mayor trascendencia en tu vida adulta, tú tienes todo para ser feliz, eres inteligente, eres todo un deportista, tienes mucha creatividad y nos tienes a nosotros para apoyarte en los logros y metas que te propongas; quiero que sepas que te quiero mucho y que si estoy muy pendiente de ti, me comprometo a estar siempre entre esas personas que te apoyen para hacer lo que te haga feliz en tu vida, cuentas siempre conmigo.
En todo momento, tus papás, tus tíos, tus abuelos; tu familia está siempre atenta a los detalles como ese león protector, como ese héroe que tanto te gusta, todos somos parte de esto; recuérdalo siempre, cuentas siempre con nosotros, cuentas siempre conmigo. ¡Que Dios bendiga tus pasos, campeón!
PD: Tú, adulto que lees estas líneas, nunca pierdas vista de los detalles de tus hijos e hijas o familiares de temprana edad e incluso en la adolescencia; es tu responsabilidad que crezcan en plenitud, gracias a tus cuidados y enseñanzas serán adultos que desarrollen todo su potencial, sin traumas, capaces de dar y recibir amor, es tu responsabilidad que no exista el bullying u otros abusos. Tú eres responsable de inculcar respeto, afecto y empatía por los demás.
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