Caía la tarde y en la Tasca El Cosaco, perfumada por una paella que habían encargado para una fiesta en un lugar cercano, llegaban Bacanal y Burdello a tomarse un par de cervezas y conversar un rato. Breixo se encontraba de pie detrás de la barra, mientras daba el toque final de jerez al encargo.
Muchachos, buenas tardes bienvenidos a casa. Qué les servimos? Saludaba amigablemente mientras detenía el chorrito de jerez y comenzaba a tapar la paella con el papel aluminio para despacharla, ayudado por Martín.
Mosquera esa paella huele divino! Es es una tentación, en estos días te encargo una para llevar a la casa, por el cumpleaños de mi esposa. Respondía Bacanal.
Mientras Burdello iba directo al grano, bueno aquí hay sed, nos tomamos un parcito de frías, Breixo mi amigo querido.
Comenzaba la conversación Bacanal contando su experiencia:
El otro día, mi hijo mayor me preguntaba qué carrera le recomendaba estudiar en la Universidad; fue una pregunta que me tomó por sorpresa porque él es un muchacho de 13 años, pero me gusta que ya esté pensando en su futuro desde ahora. Debo ser sincero contigo Burdello, al principio no supe que recomendarle porque esa es una decisión que quiero que el mismo asuma y tome según su vocación, y sinceramente no estoy seguro si es muy temprano para que decida o descubra cuál es.
Bueno yo te digo algo, responde Burdello, creo que la edad no es limitante para tener noción de lo que te gusta. Aunque si nos ponemos a ver, todo el mundo en la niñez dice que quiere ser bombero, médico, profesor o policía y al final siempre falta gente con vocación para llenar las vacantes necesarias en esos campos. Ya cuando crecemos, el factor económico en oportunidades va condicionando lo que estudias; aunque te digo, que la carrera universitaria no te garantiza que te vaya bien económicamente. Yo estudié en la universidad y hoy en día no me gano la vida con lo que estudié; a pesar de que al principio me iba bien con mi carrera y el estudio me dio herramientas que pongo en práctica hoy, en el camino descubrí que me gusta más lo que hago ahora que es muy distinto.
Entre sorbo y sorbo, Bacanal y Burdello conversaban sobre el tema vocacional y a que edad podías estar seguro de tu verdadera vocación. Bacanal ahondaba en el tema y comentaba:
Yo le dije a mi hijo una frase que, aunque parezca trillada es muy real, que lo importante es tener pasión y vocación verdadera por lo que haces. Hacer lo que te gusta te ayuda a no cansarte en el camino. Creo que siendo tan joven puedes tener una idea de lo que quieres y luego una vez iniciados los estudios vas construyendo un camino más consciente y con mayor madurez. Hoy en día puedes haber estudiado cualquier especialidad, pero el emprendimiento está muy vigente por ejemplo; al final le dije que no tuviera miedo de escoger alguna carrera que le pareciera atractiva, y que era útil que investigara sobre varias opciones antes y eso le daría mayor seguridad.
Burdello, mientras picaba una deliciosa tortilla reflexionaba. Fíjate, como te decía yo estudié una carrera y hoy en día estoy emprendiendo en un área muy diferente, pero hago lo que me gusta y con el tiempo me reinvento para no estancarme, pero estoy claro de lo que quiero hacer. Haciéndolo bien no te vas a cansar y podrás vivir de eso satisfactoriamente. Eso aplica para cualquier camino que decida llevar adelante ligado o no a sus estudios.
¡Oooooye mira quien llegó! Exclamaba Burdello alzando la cerveza, volteando a la puerta de la tasca; ven siéntate aquí en la barra, queremos saber que opinas de esto, siempre nos ayudas con tu opinión... ven tomate una con nosotros.
¿Qué es para ti la vocación?
¿Qué recomendarías al hijo de Bacanal?
¿Los estudios ayudan a conocer cuál es tu verdadera vocación?
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